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Una fábrica de Gin Tonic argentina 100% artesanal y marplatense

No todo es malo en pandemia. En pleno caos, dos parejas se pusieron al hombro el proyecto y hoy, tiempo después, lograron expandirse a lo largo y ancho del territorio nacional y a nivel internacional.

No habría emprendimentos si emprendedores, sin esos hombres y mujeres que, sueñan en grande buscando siempre, progresar. Este fue el caso de Pablo Apodaca, Débora Sabsay, Néstor Díaz y Sofía Díaz. Todos ellos le dieron vida a lo que es hoy Kalmar Gin, destilería 100% argentina, y porsupuesto, marplatense.

Hace ya un largo tiempo, el mundo en general y las empresas en particular, le dan cada vez más importancia al mundo sustentable, como una muestra clara de compromismo con el medioambiente y nuestro planeta. En este sentido, Kalmar Gin. En la empresa, cada uno se encarga de una determinada parte, Débora, por su parte es la encargada de el escalafón de ssutentabilidad.  Néstor y Sofía, de la parte comercial, y Pablo, es el maestro destilador.

Todos reconoce que, la elección del nombre fue difícil, pero el resultado, satisfactorio. Kalmar es la primera ciudad de Suecia que queda a orilla del mar Báltico. Lo que hicieron fue ''unir'' los dos mares, el mar Báltico y el mar Atlántico, el viejo mundo y el nuevo mundo. Kalmar, la relación con el mar, y allí sale a escena, la feliz, su ciudad, lo que nos genera Mar del Plata, la unión, el compartir.

El 4 de octubre de 2021 la destilería cumplió un año, “nos llevó siete meses poder armar toda la estructura y se logró, con el trabajo del municipio, poder buscar una ordenanza donde se permita hacer destilados en Mar del Plata. Somos la primera destilería habilitada de Mar del Plata”, dice orgulloso Pablo, recordando aquellos tiempos.

Su compromiso pleno con el palneta y la sustentabilidad se vió desde el primer día. Tal es así que, con tan sólo un año, se transformaron en una empresa que cuida el proceso de fabricación y su impacto en el mercado: “tratamos de generar alianzas estratégicas, trabajamos con una ONG que se llama Palestra. Ellos nos pelan las naranjas, porque uno de los destilados cítricos lleva naranja, nosotros nos quedamos con la cáscara y ellos con la fruta, generando helados, mermeladas, jugos, etc.” A su vez, en el marco de lo sustentable, todos los desechos que generan los donan para que se puedan hacer velas y jabones.

Su sello nacional y marplatense, se vé a pleno en su proceso de fabriación. Las botellas, el alambique está hecho en Mar del Plata, los tanques y toda la maquinaria es local, la embotelladora, la etiquetadora es de Córdoba, todo es producto nacional. Además, se encargan de elegir especialmente las materias primas. El enebro que usan proviene de la Patagonia, la flor de la caléndula, el hibiscus, son botánicos que usamos en la receta y son del norte. Kalmar Gin, es 100% nacional. 

Kalmar Gin es la primera destilería local. No por que nadie se le haya ocurrido antes, sino porque En Mar del Plata no se podían habilitar las destilerías, quizás por falta de conocimiento, pero, “esto se trabajó con el municipio, se le enseñó, se mostró y se los motivó a que esto podía ser un polo de bebidas blancas. Generar más industria y más trabajo en un momento complicado” cuenta Apodaca. Sin dudas estamos hablando de un gran avance para la ciudad y un ejemplo de que, a veces, es bueno arriesgarse por los sueños.